Disperso el asco antepasado,
Toco fondo cuando entiendo
La toxicidad previa al silencio.
Agotaste los misterios órficos
Y el baño te devolvió el vaho ecléctico
De un cristal arañado blanco.
Y pensamos en Filolao, contemporáneo de Sócrates
Y caen, una a una, pesadas, las hojas
Fuera de otoño.
Madre mía Fran, el tiempo que no te leía. Veo que continúas siendo el gran poeta de siempre y siempre, será un placer hacerlo. Un fuerte abrazo y a ver si volvemos a recitar juntos algún día...
ResponderEliminar