sábado, 31 de enero de 2015

Come on Eileen


En la antología próxima de patios,
la eternidad se cobra con piernas.
Dirigiéndome en arcada hacia una nada más densa,
contradije tus ojos para llegar a mí.
 Absuelvo mi verbo de tus flujos,
en un verano pasado de médulas,
arañando farolas en periferias residenciales.
El terrible niño egotista se sienta  a ver el mundo,
la flor reventada en el arcén,
jeroglíficos de sexo nuevo
La historia ha borrado las palabras
del dolor que trajo la memoria.
Entre mi espalda y mi hipotálamo hay
565 maneras de hacerte el amor
y tu frenas tus ojos a la luz;
posibilidad extraña y última de la luz.